El Gauchito Gil es una figura religiosa, fundada en el personaje del gaucho Antonio Mamerto Gil Núñez, de quien se conoce muy poco, y quizás se deba a ello la gran cantidad de historias creadas en torno a su vida. Entre varias de sus versiones hay una que cuenta que Antonio Gil fue un gaucho trabajador rural, y que una viuda adinerada se enamoró o tuvo un romance con él.
Esto le hizo ganar a Gil el odio de los hermanos de la viuda y del jefe de la policía local, quien había cortejado a esa misma mujer. Dado el peligro, Gil dejó el área y se alistó para pelear en la Guerra de la Triple Alianza entre los años 1.864 y 1.870 contra el Paraguay. Luego de regresar, fue reclutado por el Partido Liberal para pelear en la guerra civil correntina contra el partido opositor Autonomista, pero Antonio Gil desertó.
Según la leyenda, finalmente fue capturado y luego colgado de su pie en un árbol de algarrobo, y muerto de un corte en la garganta. Gil le dijo a su verdugo que debería rezar en nombre de Gil por la vida de su hijo, quien estaba muy enfermo; el verdugo así lo hizo y su hijo sanó milagrosamente. En vista del milagro ocurrido, su verdugo le dió al cuerpo de Gil un entierro apropiado, y las personas que se enteraron del milagro construyeron un santuario, que hasta el día de hoy sigue recibiendo una gran cantidad de creyentes durante todo el año.
Este Santuario del Gauchito Gil se encuentra ubicado cerca de la ciudad de Mercedes en la provincia de Corrientes. Entre música de chamamé y cumbia, son miles y miles de creyentes que llegan hasta el santuario llevando sus ofrendas que pueden ser banderas, cintas, velas rojas, cigarrillos, botellas de vino, o cualquier otro elemento siempre de color rojo, que es el color que caracteriza a este Santo de los pobres.
A lo largo de las rutas que utilizan los creyentes para viajar hasta el Santuario, se pueden encontrar precarias ermitas o altares de homenaje construidas de madera con sillas de descanso hasta una cruz de palo atada a un alambrado, adornados con banderas, velas y cintas rojas, con las que sus fieles le ruegan, hacen promesas o agradecen sus supuestos milagros.
Hay que aclarar que la Iglesia Católica desconoce al Gauchito Gil en su santoral, pero aún así, este sigue siendo venerado como el Santo de los pobres en Argentina.