La Cueva de las Manos es un valioso sitio arqueológico donde se destacan las pinturas rupestres que se encuentran en el profundo cañadón del río Pinturas, al oeste de la provincia de Santa Cruz. Allí, la Cueva de las Manos del Río Pinturas declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, contiene un conjunto excepcional de arte rupestre realizado en tres épocas que van desde el año 7.000 a.C hasta el 1.000 d.C.
La cueva debe su nombre a las huellas de manos estampadas en sus paredes con una técnica similar a la de impresión con plantilla, con una amplia gama de colores como el rojo, ocre, amarillo, verde, blanco y negro.
Además de estas figuras, la cueva posee numerosas representaciones de la vida cotidiana, y de la fauna local, y más concretamente de guanacos. Los autores de las pinturas bien podrían haber sido los antepasados de las comunidades de cazadores-recolectores de Patagonia descubiertas por los colonizadores europeos en el siglo XIX.