Se trata de la comunidad mbya guaraní Yyryapú de Misiones, próxima a las Cataratas del Iguazú, que está a punto de alcanzar un hito en su batalla por conservar su cultura y su forma de vida. El proyecto apunta a que, tras capacitarse, los propios indígenas se organicen para explotar en forma autónoma la recepción de visitantes en su territorio, y puedan obtener así una porción del millonario negocio turístico que rodea a las Cataratas.
En la aldea, cuyo nombre significa "ruido del agua", viven unas 500 personas, de las cuales unas 15 o 20 tendrán empleo directo en la empresa comunitaria, mientras que unos 50 artesanos podrán aprovechar el movimiento que se genere para vender sus productos.
La nueva empresa, cuya actividad se viene ensayando en forma embrionaria, organizará visitas a la selva a través de senderos, con guías indígenas que no sólo les mostrarán su milenario conocimiento de la naturaleza sino también aspectos de su cultura. Fuente Telam