El primer vino en tierras cordobesas se llamaba Lagrimilla y fue llevado por los Jesuitas hacia la madre patria, España. Los Friulanos que llegaron desde Italia a fin de siglo XIX se establecieron en la Estancia Jesuítica de Colonia Caroya, donde además de planificar su nuevo pueblo, continuaron con esa tradición vitivinicultora.
La producción de vinos en Córdoba se concentra principalmente en el departamento Colón, siendo Colonia Caroya quien posee la mayor cantidad de bodegas y productores que elaboran vinos artesanales. Así, viajeros amantes del enoturismo o turismo del vino, pueden realizar visitas guiadas a viñedos, bodegas y la degustación de las uvas y los vinos regionales acompañados por fiambres como salames, jamones y quesos clásicos de la localidad, y que hoy son el principal atractivo de la Ruta del Vino en Córdoba.
Los vinos de Córdoba son realizados con uvas chinche, mezcladas con otras uvas traídas de La Rioja, San Juan o Mendoza con las que se producen finos vinos frutales y varietales. A su vez al tener fuerte tradición italiana se produce la clásica grapa. En la Ruta del Vino de Córdoba, en Colonia Caroya, se destacan las bodegas Campana, La Caroyense y Nanini. foto Alejandro Marmolejo