Ir al contenido principal

Puerto Pirámides


Localizada en el extremo nordeste de la provincia de Chubut, mas precisamente en la Península Valdés, en la margen norte del Golfo Nuevo, Puerto Pirámides constituye una villa turística que se destaca por sus paisajes costeros, la variedad de animales marinos, y por ser un paraíso del buceo en Argentina.


Altos acantilados la resguardan de los vientos y sus aguas cristalinas y calmas hacen de este destino turístico patagónico, un sitio preferencial para el buceo y otros deportes como windsurf, velerismo, pesca deportiva, trekking, mountain bike y sandboard.

Asimismo, Puerto Pirámides, cuyo nombre se debe a los acantilados con formas de pirámides que protegen sus playas, resulta punto de excursión hacia las distintas reservas faunisticas que se encuentran en la zona. Así, durante este tipo de recorrido turístico podrán avistar todo tipo de especies marinas según la época del año. Durante la observación de la fauna marina se pueden ver desde elefantes y lobos marinos, pingüinos, orcas, delfines, toninas y la famosa ballena franca austral, resultando un espectáculo único de la naturaleza.

Durante el recorrido hacia estas zonas de observación es común encontrar en el camino animales terrestres como ñandúes, guanacos, liebres, maras, martinetas, zorros, etc. Puerto Pirámides es además, el único lugar desde donde es posible embarcarse para el avistaje de las ballenas franca australes en temporada de reproducción que es de mayo a noviembre.

Y al ser la única población estable dentro de la península Valdés que recibe una importante cantidad de turistas al año, posee una buena infraestructura de servicios para atender al turismo que busca este tipo de aventura y contacto con la naturaleza.

Entradas populares de este blog

Ponchos argentinos

Los ponchos están relacionados con las prendas del gaucho de antaño, y que hoy seguimos manteniendo como prenda tradicional en los pueblos rurales, como abrigo de campo y también por quienes amamos las costumbres campestres. También se puede observar el uso de esta prenda criolla en conjuntos de la música folclórica, en cantantes y sus integrantes músicos. El poncho es un abrigo de diseño sencillo, consistente en un trozo rectangular de tela pesada y gruesa, en cuyo centro se ha practicado un agujero para introducir la cabeza. La tela se deja caer sobre el cuerpo, disponiendo los extremos de manera que permite mover con facilidad los brazos. En Argentina se utilizan también los ponchos de diseño de guarda atada, imprescindibles en lo que se refiere a diseño y cultura tradicional. Estos se realizan con guardas pampa o mapuche e inca, estos últimos recreados en la ciudad de Belén, en la provincia de Catamarca. Cada provincia tiene un modelo particular de poncho, por ejemplo, al pon

Ruta de los Artesanos en el Norte Argentino

Las provincias del norte aún mantienen sus costumbres ancestrales que podremos apreciar en su música, baile, celebraciones como así también en su gastronomía y artesanías. Con el desarrollo del turismo en la región, la artesanía ya forma parte de sus ingresos económicos y como tal se ha trazado la denominado ruta de los artesanos que conecta al visitante con la cultura y producción local. Así, tejidos en lana de alpaca, tapices multicolores, ponchos, alfombras, instrumentos musicales y tallas en piedra y madera son algunas de las artesanías elaboradas con técnicas ancestrales, que se encuentran a lo largo de la ruta.

El Castillo Naveira en Luján

Como es sabido, Lujan es un ferviente destino del turismo religioso en Buenos Aires, con su imponente Catedral, constituye uno de los principales puntos de peregrinación en el país. Pues allí mismo, en la localidad de Luján, se encuentra un bonito monumento histórico, que visto desde afuera, te va hacer recordar al Castillo de Blancanieves en Disney World. Se trata del Castillo Naveira, que data de mediados del siglo XIX.  Quizás para muchos que pasaron por allí, este castillo sea uno de los lugares más misteriosos, ya sea por su excentricidad arquitectónica o por estar prohibida la entrada al público. Breve resumen sobre su historia  Según su historia, su construcción se remonta a 1841, cuando Enrique Beschtedt compra el terreno y contrata a uno de los ocho arquitectos que trabajaron en la Basílica de Luján, el belga Ernesto Moreau para que lleve adelante la obra. Mientras tanto, el hombre y su única hija, Irene, se instalaron en una casona preexistente en la propiedad