Ir al contenido principal

Hotel Huacalera, un hotel boutique con encanto


En la región de la Quebrada de Humahuaca, mas precisamente en el poblado de Huacalera, se encuentra este encantador hotel boutique alojado en un viejo edificio neocolonial reciclado, que conserva la arquitectura tradicional de la zona y además hace alusión de la cultura andina.

El Hotel Huacalera cuenta con 32 habitaciones finamente decoradas con texturas y colores típicos del noroeste argentino que recrean el arte y la cultura andina. Asimismo, en todos sus sectores se puede apreciar como sus arquitectos han tenido en cuenta en su decoración y diseño los colores, los materiales, las texturas, espejos con paisajes quebradeños y figuras del carnaval, y todo tipo de detalles que hacen eco de la cultura andina.


En los interiores del Hotel Huacalera, las típicas mantas tejidas del norte se convirtieron en techos-citas de colores. A su vez, la mística iconográfica de la cultura andina se refleja, en las tres mesas que presiden el ingreso y funcionan a modo evocación de los tradicionales altares que se usan para dejar ofrendas. Así, “las mesas apachetas son como objetos-esculturas cuyo significado está ligado a los rituales más profundos de la cultura andina”.

El restaurante de este encantador hotel en Jujuy posee amplios ventanales desde donde los huéspedes pueden seguir disfrutando de ese maravilloso entorno paisajístico norteño. En cuanto a actividades, el Hotel Huacalera ofrece a sus huéspedes realizar desde trekking, mountain bike, excursiones en vehículos 4×4, cabalgatas, etc, en este magnífico escenario de la Quebrada de Humahuaca.

Entradas populares de este blog

Ponchos argentinos

Los ponchos están relacionados con las prendas del gaucho de antaño, y que hoy seguimos manteniendo como prenda tradicional en los pueblos rurales, como abrigo de campo y también por quienes amamos las costumbres campestres. También se puede observar el uso de esta prenda criolla en conjuntos de la música folclórica, en cantantes y sus integrantes músicos. El poncho es un abrigo de diseño sencillo, consistente en un trozo rectangular de tela pesada y gruesa, en cuyo centro se ha practicado un agujero para introducir la cabeza. La tela se deja caer sobre el cuerpo, disponiendo los extremos de manera que permite mover con facilidad los brazos. En Argentina se utilizan también los ponchos de diseño de guarda atada, imprescindibles en lo que se refiere a diseño y cultura tradicional. Estos se realizan con guardas pampa o mapuche e inca, estos últimos recreados en la ciudad de Belén, en la provincia de Catamarca. Cada provincia tiene un modelo particular de poncho, por ejemplo, al pon

Ruta de los Artesanos en el Norte Argentino

Las provincias del norte aún mantienen sus costumbres ancestrales que podremos apreciar en su música, baile, celebraciones como así también en su gastronomía y artesanías. Con el desarrollo del turismo en la región, la artesanía ya forma parte de sus ingresos económicos y como tal se ha trazado la denominado ruta de los artesanos que conecta al visitante con la cultura y producción local. Así, tejidos en lana de alpaca, tapices multicolores, ponchos, alfombras, instrumentos musicales y tallas en piedra y madera son algunas de las artesanías elaboradas con técnicas ancestrales, que se encuentran a lo largo de la ruta.

El Castillo Naveira en Luján

Como es sabido, Lujan es un ferviente destino del turismo religioso en Buenos Aires, con su imponente Catedral, constituye uno de los principales puntos de peregrinación en el país. Pues allí mismo, en la localidad de Luján, se encuentra un bonito monumento histórico, que visto desde afuera, te va hacer recordar al Castillo de Blancanieves en Disney World. Se trata del Castillo Naveira, que data de mediados del siglo XIX.  Quizás para muchos que pasaron por allí, este castillo sea uno de los lugares más misteriosos, ya sea por su excentricidad arquitectónica o por estar prohibida la entrada al público. Breve resumen sobre su historia  Según su historia, su construcción se remonta a 1841, cuando Enrique Beschtedt compra el terreno y contrata a uno de los ocho arquitectos que trabajaron en la Basílica de Luján, el belga Ernesto Moreau para que lleve adelante la obra. Mientras tanto, el hombre y su única hija, Irene, se instalaron en una casona preexistente en la propiedad