A unos 162 km de la capital jujeña se localiza Amaicha del Valle, en el departamento del Tafí del Valle. Un pueblo lleno de cultura e historia indígena, que emerge entre los Valles Calchaquíes con sus impactantes paisajes que sorprenden a los turistas. Rodeado por cerros agrestes y pedregosos, donde abundan cactus y ganado caprino.
Un poblado del noroeste de Argentina que aún mantiene viva sus costumbres ancestrales. Amaicha del valle ubicado a unos 2.000 metros de altura, se caracteriza por su benigno clima y sus ancestrales tradiciones indígenas y cultos a la Madre Tierra. En Amaicha del Valle se encuentra la única comunidad indígena del Norte Argentino, que conserva aún la cultura diaguita, que se fue transmitiendo de generación en generación.
Sus pobladores son verdaderos artesanos que fabrican piezas únicas con un arte que conservan a pesar de los embates de los tiempos modernos, con una muestra pura de sus raíces, como preciosos tejidos de lana de alpaca y vicuña. Asimismo, está zona es famosa por la producción de vinos caseros, alfajores, turrones y quesillos, y por la tradicional Fiesta de la Pachamama que se celebra durante el carnaval, con desfiles de carrozas y exposición regional, atrayendo a gran cantidad de visitantes para estas fechas.
Amaicha del Valle es uno los típicos pueblos que podemos conocer por la ruta turística de los Valles Calchaquíes. En el poblado resulta imperdible una visita al Complejo Pachamama, que alberga un museo dotado de cuatro salas dedicadas respectivamente a etnología, geología, tapices, pinturas, piezas de arte y utensilios precolombinos, etc, realizados por las culturas aborígenes que habitaron la zona.
Desde Amaicha del Valle se pueden realizar paseos y excursiones a otros lugares como el Dique Los Cardones, las Ruinas de Quilmes, Colalao del Valle, entre otros.