Localizada en el barrio porteño de la Recoleta, la Basílica de Nuestra Señora del Pilar se destaca por su gran valor arquitectónico, y es por ello que ha sido declarada Monumento Histórico Nacional.
Su historia se remonta a principios del siglo XVIII, cuando en la zona se instalan los frailes Recoletos Descalzos, pertenecientes a los franciscanos del Rey de España. En 1732, el arquitecto jesuita Giovanni Andrea Bianchi ideó para ellos la Iglesia del Pilar de estilo colonial, que sería concluida por Juan Bautista Prémoli.
El estilo de este templo religioso es propio de las construcciones jesuíticas, con una sola torre a su izquierda y una singular espadaña de doble arco a su derecha. En su interior guarda piezas de gran valor, entre ellas el frontal de plata del altar mayor, la imagen de madera de San Pedro Alcántara del siglo XVI, y el altar mayor barroco, en cuyo nicho hay una imagen de la Virgen patrona.
foto Sebastián