El pintoresco circuito turístico denominado Cañón del Atuel y lugar especial para el turismo activo o de aventura, se desarrolla a unos 90 km al sudeste de la ciudad de San Rafael en Mendoza. Un verdadero oasis que ha crecido a expensas del agua del río Diamante, transformándose en el segundo centro urbano de toda la provincia y en el principal del sur de Mendoza.
El Cañón del río Atuel abarca un sector del valle transversal que recorre dicho río, encajonado entre paredones rocosos de variada altura y colores, con característicos modelados por la acción del viento y el agua.
El camino recorre unos 46 km que separan el embalse del Nihuil y el embalse compensador Valle Grande, ubicado aguas abajo. Ambos espejos de agua son utilizados por el turismo como áreas de esparcimiento durante las vacaciones de verano y donde los turistas suelen practicar deportes náuticos y pesca deportiva.
En los tramos en que el cañón se transforma en un verdadero desfiladero, el río corre con velocidad considerable formando rápidos y rabiones que son utilizados para practicar rafting. En otros sectores se ensancha, alojando en sus valles tres centrales hidroeléctricas conocidas como Complejo Los Nihuiles.
El Cañón del Atuel constituye además un destino turístico ideal para practicar trekking, disfrutando de los bellos paisajes, de sus caprichosas esculturas naturales, cada una con sus particulares nombres como Los Jardines Colgantes, El Mendigo, La Torta de Hojaldre, El Cinturón de San Martín, La Procesión, El Hongo, entre otras.
Asimismo, el Cañón posee ciertos lugares puntuales, donde las condiciones de las pendientes permiten el entrenamiento de los escaladores.
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