La Recoleta es un importante barrio residencial, dotado de un amplio interés histórico y arquitectónico, constituyendo un centro turístico y cultural en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Su nombre se debe al Convento de los Padres Recoletos miembros de la orden franciscana que se establecieron en la zona en 1.716, y que a través del tiempo cumplió funciones como hospital de sangre, cuartel, asilo de ancianos y finalmente en Centro Cultural, situado entre el complejo comercial de diseño, Buenos Aires Desing y la Iglesia Nuestra Señora del Pilar. Anexo a éste templo religioso se encuentra el Cementerio de la Recoleta, imperdible atractivo donde los turistas suelen hacer necroturismo.
El barrio de la Recoleta está delimitado por las avenidas del Libertador, Callao y las calles Esmeralda, Austria y Juncal. Su historia nos cuenta que este barrio chic surgió como zona de quintas, luego de residencias, en especial después de la fiebre amarilla en 1.871, cuando la aristocracia buscó nuevos lugares más al norte para vivir.
De hecho, varios edificios que aquí encontraremos son réplicas de palacios franceses a escala porteña, como el Palacio Duhau donde funciona actualmente el Park Hyatt Buenos Aires, o el Palacio Pereda sobre la calle Arroyo sede de la Embajada de Brasil, inspirado en el edificio Jacquemart-André de Paris. Entre éstos se destacan el edificio de la familia Dose, versión en escala menor de un castillo de Francisco I de Francia y el Alvear Palace Hotel.
Preferida por los turistas, la Avenida Alvear y la Recoleta conforman un espacio único en la ciudad con museos, un complejo de cines Village Recoleta, plaza y locales de diseño, de ropa fina y elegante, de finos calzados, bares y restaurantes de primer nivel.
Dentro de los atractivos de la zona, el famoso Café La Biela en la esquina de Quintana 598, los restaurantes a sus alrededores, el Centro Cultural Recoleta, los espectáculos al aire libre y los puestos callejeros que forman la gran feria artesanal que se instala en la Plaza Francia los fines de semana, son sitios muy concurridos por turistas tanto locales como extranjeros.
Frente a Plaza Francia vamos a encontrar la Sala Nacional de Cultura, mas conocida como Palais de Glace, y cruzando la Avenida del Libertador nos encontraremos con el Museo de Bellas Artes. Un poco mas alejado dos imponentes edificios que albergan la Facultad de Derecho y la Biblioteca Nacional, éste último un edificio bastante raro y feo para mi gusto, que no se entiende en que estaba pensando su arquitecto cuando lo diseñó.