Se trata de una encantadora villa turística donde podemos disfrutar de la naturaleza, su centro cívico, su tranquilidad, sus paisajes serranos…La población de Villa de Soto se encuentra ubicada en el noroeste de Sierra Grande, en el fértil Valle de Soto de la localidad de Cruz del Eje, provincia de Córdoba.
Fue fundada en 1.627, por el capitán Tristan de Tejeda. En sus inicios se llamó Chuto, en honor al Cacique indígena que habitó la zona.
Durante un paseo por su centro urbano podemos apreciar el atractivo de sus casas antiguas con recova, de varios siglos de antigüedad, varios lugares públicos y religiosos, y la vegetación que se hace presente junto a numerosos canales que riegan los plantíos. Del siglo XIX, entre otros edificios conserva la Iglesia y la Plaza principal. En la zona hay numerosos colmenares donde se puede adquirir miel y jalea real.
Cuenta con un balneario municipal, dotado de asadores, pileta olímpica, playón deportivo, donde las familias pueden disfrutar de un día de recreación.
Asimismo, Villa de Soto es base para realizar distintos tipos de excursiones en sus alrededores, como travesías de aventura en vehículos todo terreno, atravesando sinuosos caminos de tierra, abiertos en medio de un paisaje serrano, agreste, entre pajonales y variadas especies de árboles y arbustos, surcados por arroyos.
Otro lugar es el Balneario La Toma, ubicado a unos 5 km de Villa de Soto. Es uno de los atractivos más bellos y agrestes de la zona. De una importancia turística clave. La Toma es un lugar conservado, donde el ecoturismo, el turismo aventura, la pesca, el trekking, escaladas, avistaje de flora y fauna y safaris fotográficos, vía crucis en la montaña, cultura aborigen, reconocimiento de hierbas medicinales, hacen de éste lugar uno de los más privilegiados de la región.
A unos 25 km el Dique Pichanas resulta un pintoresco atractivo para los amantes de la pesca deportiva y los deportes náuticos. Otro sitio es la Estancia de la Candelaria a unos 41 km de esta villa turística, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. imagenes Marcelo Ois Lagarde, Claudio A