En las proximidades de Confluencia-Traful, en un bello paraje donde confluyen el río Limay y Traful, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, se esconde un atractivo de curiosas formas, cada una de ellas con sus respectivos nombres, que resultan de interés turístico natural en la región.
Se trata del denominado Valle Encantado, constituido por todo tipo de formaciones rocosas, donde los agentes erosivos como las lluvias y el viento han ido esculpiendo durante miles de años, caprichosas formas en las rocas.
Entre estas figuras de roca que le otorgan al paisaje un cierto encanto misterioso se destaca el llamado Dedo de Dios, una figura de unos 30 metros de altura, cuya parte superior se asemeja al perfil de un aborigen. También se destacan El Elefante, El Arca de Noé, Los Castillos y el Trencito, entre otros, considerado a todo el conjunto Monumento Natural en Neuquén. imagen Guspatagonico