La localidad de Vallecito se encuentra a 64 km de la capital de San Juan. Aquí se encuentra el Ofrendatario a la Difunta Correa, heroína de una leyenda lugareña, siendo este un verdadero altar de fe popular
En los días de Semana Santa y en el Día de los Difuntos, miles de personas se acercan hasta este lugar a rendirle homenaje.
Historia de la Difunta Correa
En los días de Semana Santa y en el Día de los Difuntos, miles de personas se acercan hasta este lugar a rendirle homenaje.
Historia de la Difunta Correa
La historia cuenta que María Antonia Deolinda Correa, Donosita, como la llamaban era hija de un hacendado de la zona de La Majadita, hoy departamento 9 de Julio de la provincia de San Juan. Un día Donosita inició su marcha hacia la provincia de La Rioja con la esperanza de reencontrarse con su esposo, Baudilio Bustos, que había sido reclutado por la fuerza para luchar bajo las órdenes de Facundo Quiroga. Eran tiempos de Unitarios y Federales, de una sangrienta guerra civil de años en donde un bando, representante de la aristocracia, intentaba imponer un solo gobierno en toda la nación, mientras que el otro, integrado en su mayoría por campesinos, buscaba la creación de un sistema pluralista en donde cada provincia o estado tuviera un gobierno autónomo que respondiera a otro, centralizado en una única capital federal. Tras caminar unos sesenta kilómetros por el desierto, la sed, el calor y el cansancio se apoderaron de Deolinda. En la cima de un pequeño cerro unos arrieros que andaban por la zona vieron unos caranchos sobre la cumbre, y encontraron al niño amamantándose aún de su madre muerta. La recogieron y le dieron sepultura en la cuesta de la sierra Pie de Palo, Vallecito. La gente del lugar, asombrada por lo que les fue contado, comenzó a visitar su tumba y a llevarle flores y agua.