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En tu viaje por Argentina disfrutá de su música y danzas tradicionales

Argentina es un país donde los turistas pueden disfrutar constantemente de shows y recitales en vivo, que generan un entrañable intercambio entre los artistas y su público. En cuanto a la música, la Ciudad de Buenos Aires concentra la mayoría de los estilos, pero también el Norte y la Patagonia tienen sus encantos para endulzar los más agudos oídos.


Si bien suele decirse que el tango es la música más popular de la Argentina, en el extenso territorio conviven muchos otros géneros que suman a una tradición musical milenaria, producto de grandes compositores e intérpretes de reconocimiento internacional. De acuerdo al destino elegido, el turista conocerá que algunos de estos géneros provienen de ritmos ancestrales aborígenes, mientras que en su mayoría fueron influenciados por la inmigración europea, tal es el caso del clásico 2x4. Y verá que la creación constante y exitosa ha dado lugar en los últimos tiempos a músicas nuevas derivadas, por ejemplo, de la electrónica.

Entre los géneros más importantes, está el folklore que es muy cambiante en cuanto a rítmicas, timbres e instrumentos de acuerdo al lugar de origen, e involucra ceremonias y bailes típicos. En cuanto al rock nacional hay numerosos grupos, muchos de los cuales suelen ofrecer recitales en escenarios locales e internacionales. Mención aparte merecen los festivales como el Cosquín en Córdoba, que cada verano convoca a miles de amantes de ambos géneros. En el caso del jazz, si bien no es una música nacional sostiene una trayectoria destacada. Y el tango, hubo nombres que trascendieron fronteras.

Rasgos distintivos

En la Región Central del país pueden escucharse románticas zambas, gatos y chacareras del género folklórico. Sin influencia de pueblos autóctonos, tiene rasgos provenientes del Perú colonial o Europa. Todos bailes que incluyen zarandeos con amplias faldas y ruidosos zapateos varoniles.

En la Región de Cuyo, mundialmente reconocida por los viñedos y bodegas al pie de la Cordillera de los Andes, el clásico lo representan la tonada y la cueca.

En el Norte se pueden encontrar bagualas, vidalas y diversos tipos de música andina, por sus lazos muy estrechos con las culturas Incas. Cuna de talentosos compositores, creadores e intérpretes, es la tierra de las peñas y los coloridos carnavales.

En el Litoral está la mayor cantidad de influencias étnicas y culturales; y entre los ritmos aparece la polca, el chamamé y las litoraleñas.

Finalmente, en las pampas y la Región Patagónica se distingue la cultura criolla. El gaucho acompañado por una guitarra sorprende con la payada, una especie de duelo en la que los participantes narran sus vidas y aventuras en forma de verso, habitualmente alrededor del fogón. La música más representativa es la milonga, considerada una de las más fuertes raíces del tango porteño. Desde Neuquén hacia el sur existen, sin embargo, culturas indígenas como la Mapuche o la Tehuelche donde se destacan los cantos ceremoniales e instrumentos como la trutrukas, trompeta de más de dos metros de largo.


Tango universal

Sin dudas, el Tango que esta en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO, logró desde hace años transformarse en una verdadera identidad y miles de turistas llegan al país en su búsqueda. En el entramado urbano, centros culturales, antiguos salones, cafés y clubes albergan por las noches alguna propuesta relacionada con esta danza, donde las sensaciones brotan a flor de piel.

Sus letras están compuestas por el lunfardo característico de los suburbios,  incluso, como género fue tomando diversas formas en la actualidad con jóvenes músicos como Gotan Project, Bajo Fondo y Tanghetto, que revitalizan los clásicos y los fusionan con electrónica o rock.  Mezcla de milonga pampera, candombe rioplatense y habanera cubana, es uno de los espectáculos más pedidos.

En Buenos Aires, hay una amplia oferta entre exhibiciones en las calles y tentadoras cenas con show incluido, desde 100 dólares. En el barrio del Abasto, es posible ir tras los pasos de Carlos Gardel, un recorrido que incluye su antigua casa y el pasaje que lleva su nombre, donde hay un monumento. El tradicional bar El Progreso, la tanguería donde funcionaba el Chanta Cuatro, favorito del Zorzal; el Paseo del Fileteado (Juan Jaurés al 700); y, el Pasaje Zelaya, donde se exhiben en las paredes partituras, letras y retratos.

Salidas a elección

Entre las excursiones posibles para conectarse con el folklore además de las peñas que abundan en cada rincón del país, está el tour denominado Fiesta Gaucha de día completo que se realiza en estancias rurales, entre paisajes típicos pampeanos, donde los viajeros pueden degustar jugosas empanadas y un rico asado, ver un espectáculo de danza y una demostración de habilidades para montar y domar caballos.

En la ciudad cordobesa de Altagracia, se puede visitar el Museo Musical que lleva el nombre de Manuel de Falla, ilustre compositor español donde se exponen objetos personales, libros y fotografías del músico, y además suelen hacerse conciertos. Abierto diariamente de 9 a 20. (Pellegrini 1001).

En Buenos Aires, están las visitas guiadas al Teatro Colón, todos los días desde las 9 de la mañana. El coliseo totalmente refaccionado donde brillaron, entre otros, los tenores Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras, posee un interesante Centro de Experimentación con un Laboratorio Creativo y otros programas.

Por último, una tentadora propuesta patagónica es el Camping Musical de Bariloche, que funciona en temporada estival, donde grupos de cámara, solistas y coros se perfeccionan sin amplificación electrónica en medio del bosque. Y además de presentaciones existe una rica oferta académica.


Bares y salones 

El jazz que supo representar en siglos pasados a los esclavos estadounidenses, tuvo un importante eco en diversas partes del mundo y Argentina no fue la excepción. A principios de los '90 el fenómeno se desarrolló con todo esplendor en plena Capital y bares instalados en espacios poco convencionales empezaron de a poco a introducir este lenguaje. El circuito tiene espacios para todos los gustos y edades. La mayoría están en el barrio Palermo, como es el caso de Notorious o Thelonius, con más de una década de programación en su mayoría jazzera.

Otra de las opciones para escuchar buena música en vivo en pleno centro es el clásico Café Tortoni (Avenida de Mayo al 800) donde, en el sector denominado La Bodega, se ofrece tango y jazz. En El Viejo Almacén de San Telmo, es posible cenar al compás de un dos por cuatro, y en el Bar Sur (Estados Unidos al 200), el público puede participar del típico baile. Para blues o rock, están El Samovar de Rasputín o Del Valle Iberlucca, en La Boca.

Si de grandes mitos de este género se trata muchas son las bandas que se pueden escuchar en diversos bares o discos como Los Redonditos de Ricota, Los Piojos, La Bersuit, Los Fabulosos Cadillacs o Divididos, entre otros. Más cercanos al pop están Virus y Miranda, y entre los solistas infaltables Fito Páez, Andrés Calamaro y Charly García. Algunos de ellos, incluso, suelen hacer presentaciones habituales en teatros y estadios de fútbol.

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