Este célebre monumento que se levanta sobre la Avenida Corrientes y 9 de Julio, en la Plaza de la República, es verdaderamente la famosa postal que todos conocen y que representa a la ciudad de Buenos Aires en otras partes del mundo. Es el escenario imperdible que busca todo turista para sacarse una fotografía de su viaje por la ciudad porteña.
Este símbolo de Buenos Aires casi fue demolido a tan sólo tres años de su construcción. Inaugurado el 23 de mayo de 1936, su estructura emula un obelisco egipcio. Su altura alcanza los 67,50 metros. Contiene una pequeña puerta que nos conduce a una escalera de hierro con 200 escalones que culmina en el ápice coronado por cuatro ventanitas.
El Obelisco de Buenos Aires pesa unas 170 toneladas y fue construido en tiempo record, en tan sólo 60 días. En este Monumento Histórico Nacional trabajaron alrededor de 157 obreros, maximizando el aprovechamiento del tiempo se utilizó cemento Incor de endurecimiento rápido y se fue construyendo por secciones de 2 metros para facilitar el volcado del hormigón.
En 1939, los concejales porteños votaron su demolición, pero la ordenanza fue vetada por el Intendente de turno, al considerar que el Obelisco era Patrimonio de la Nación.
En nuestros días, es un atractivo turístico del valioso Patrimonio que nos ofrece la ciudad de Buenos Aires. y punto de reunión de diversas manifestaciones populares, marchas, fiestas, para el Mundial entre otras.