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Bodegones en Buenos Aires: donde podemos comer hasta reventar

Se tratan de históricos y rústicos reductos barriales, donde podrás comer mejor que un rey, desde todo tipo de guisos, tortillas, bifes, y un sin fin de platos, además de postres que te darán ganas de dejar la dieta para otra oportunidad.


Los bodegones en Buenos Aires empezaron como un típico almacén de barrio, luego comenzaron a despachar bebidas, mas tarde un platito de queso, hasta que finalmente debido a su éxito terminaron convirtiéndose en restaurantes, como una manera de seguir ante la competencia de los grandes supermercados.

Hoy día, estos viejos bodegones son toda una reliquia de Buenos Aires. Entre algunos de ellos:

El Preferido de Palermo: situado sobre la calle Borges 2.108 en el barrio de Palermo. Este bodegón marca claramente la diferencia entre lo que es y lo que alguna vez fue el barrio de Palermo Viejo. El Preferido esta dividido en dos y ejemplifica claramente el formato con el que comenzaron los bodegones: un almacén + un salón de despacho. En el restaurante se sirven buenos ejemplares de comida española, donde las tortillas son un clásico.

La Gran Taberna: ubicado en la calle Combate de los Pozos 95, barrio de Congreso, frente al edificio del Congreso de la Nación. Por su ubicación, ambientación y comida, esta esquina cumple con todas las características requeridas para funcionar como síntesis de lo que se entiende por bodegón. Tiene 60 camareros y una carta muy amplia con más de 100 platos.

Miramar: sobre la Avenida San Juan 1.999 en el barrio de San Cristóbal. Miramar es otro bodegón que desde sus platos y su ambientación sintetizan a la perfección el significado de esa palabra. Fotos de viejas publicidades, de artistas de varieté y cantantes de tango, centinelas de botellas vino, de vermú, de latas en conserva, y de una antigua balanza para pesar fetas de fiambre, son parte de su típica ambientación. Los fiambres son justamente un punto fuerte de este reducto, empezando por el tradicional jamón serrano feteado. Los platos principales abren un abanico amplio que abarca guisos, tortillas de papa bien babé, mondongo, lechón, chambota, sardinas asadas, ancas de rana, caracoles y, para el postre, un delicioso mousse de chocolate.

El Obrero: ubicado en la calle Agustín Caffarena 64, en el barrio de Barracas. Antiguamente funcionó como un comedero de los obreros que trabajaban en los talleres del barrio de Barracas en los años 50, y con el transcurso del tiempo se convirtió en el más “fashion” de los bodegones porteños, al que van artistas tanto nacionales y extranjeros. Su cocina esta conformada por auténticos pucheros, pescados, paellas, entre tantas otras cosas.

El Puentecito: también en el barrio de Barracas, sobre Luján 2.101 esquina Vieytes. Este bodegón funciona las 24 hs durante los 365 días de año, y resulta un testimonio arquitectónico y culinario del Buenos Aires portuario de los últimos dos siglos. En su carta se presentan deliciosos platos como costillas de cerdo a la riojana, mejillones a la provenzal, rabas y muchos más.

La Maroma: este bodegón se encuentra ubicado sobre la calle Mario Bravo 584, en el barrio de Almagro. Su menú es tan amplio, con alrededor de unos 350 platos para todos los gustos. Como suprema Maryland, ravioles a la Parisienne, sardinas con papas y cebollas, bife de chorizo con fritas, etc, todo ello para saborear es este lugar de ambientación tanguera y barrial. Fuente PlanetaJoy

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