En el departamento de General López, al sur de la provincia de Santa Fe, Melincué se encuentra emplazada en las cercanías de la laguna homónima y en torno al fuerte levantado durante el siglo XVIII. En el pasado, Melincué fue un destino turístico de gran éxito, visitado por gran cantidad de turistas que viajaban de todos los rincones del país, con un majestuoso hotel, del que hoy sólo quedan sus ruinas, luego de la gran crecida de la laguna que arrasó con todo lo que había a su paso. Ahora, debido a las obras hídricas efectuadas sobre la laguna por el gobierno provincial, y gracias a las inversiones concretadas en el Casino & Resort Melincué, la ciudad se está levantando de su desgracia como un Ave Fénix, renovando las esperanzas de volver a ser un polo turístico de gran importancia.
Casino Resort MelincuéCon trabajos de desagote, limpieza y contención del nivel de la laguna. Reacondicionamiento de las vías de acceso, construcción de un encantador hotel con vista a la laguna y los alrededores, fueron algunas de las tareas previas al relanzamiento de Melincué como destino turístico. Pero la ciudad también necesita que la suerte la acompañe en el proceso natural de las lluvias, puesto que si durante las alternancias hemicíclicas inundación/sequía llegara a producirse lluvias muy importantes, Melincué nuevamente comenzaría a inundarse. En Melincué aún se conserva el Mangrullo que formaba parte del fortín levantado durante el virreinato de Juan José Vertiz, el 31 de diciembre de 1.777, que integraba la línea de defensa contra las incursiones indígenas que se producían en toda ésta zona. Desde el Mangrullo se podía observar una gran extensión de campo, que les permitía anticipar la llegada de los malones y por consiguiente, que los pobladores tuviesen tiempo de buscar refugio.
Las aguas de la Laguna Melincué, abarcan unas 8.000 hectáreas, poseen propiedades terapéuticas, y que fueron muy codiciadas durante su época de bonanza. Las mismas están indicadas para tratamientos de afecciones reumáticas, artritis, entre otras. Así como también el barro negro de la ribera tiene propiedades curativas. Además de sus propiedades curativas, la Laguna de Melincué llama mucho la atención por sus elegantes habitantes, gran cantidad de flamencos que moran en sus aledaños. Aquí se puede practicar pesca, deportes náuticos, también hay un balneario con camping.