Localizado a 286 km de la ciudad de Salta y a unos 2.720 m.s.n.m, Iruya es un típico pueblecito de montaña a orillas del río que le da su nombre. Al llegar a este pueblito seguramente nos va a impresionar ya que parece colgado de la montaña.
Este destino turístico es apacible, ideal para aquellos viajeros que buscan tranquilidad. Aparte de su impactante entorno paisajístico, con montañas y quebradas, lo que se destaca en Iruya es su población siempre amable, servicial con el turista, y donde sus habitantes siguen manteniendo antiguas tradiciones, con sus comidas típicas, tejidos y otras costumbres que lo enriquecen culturalmente.
Paseando por sus calles vamos a ver que éstas son angostas y empedradas, también están limpias y donde hay pendientes pronunciadas por el tipo de terreno. Sus casas son de adobe, con amplios patios adornados con flores y frutales, conservando características propias de la época colonial. Frente a la antigua iglesia se encuentra un mirador que domina el silencioso escenario del valle apretado por los cerros.
Ahora, ¿Qué significa Iruya? De acuerdo a lo que dicen sus pobladores su nombre proviene de la lengua quechua donde “iru” es el nombre de una planta y “yac” significa abundante.
En octubre Iruya se viste de fiesta, ya que el primer domingo de ese mes se realizan festejos en honor a su patrona local, Nuestra Señora del Rosario.
Desde aquí también se puede visitar la Finca El Potrero, las ruinas indígenas de Titiconte muy importantes desde el punto de vista arqueológico, también se puede conocer el pequeño poblado de San Isidro, ya que integra las excursiones típicas que se realizan en Iruya.
Como souvenir además de los hermosos recuerdos de haber visitado este pueblito de ensueño, se pueden adquirir, cerámicas, tejidos realizados artesanalmente, etc. fotos Mei294