En la cima del volcán Tromen, al norte de Neuquén, los andinistas viven una experiencia inolvidable. Eduardo John Macaya, prestador habilitado de trekking, relata en detalle esta hazaña tratando de expresar con palabras todo lo que se vive y se siente en esta maravillosa aventura.
El Norte Neuquino comprende un espectacular espacio montañoso ubicado en el extremo norte de la Provincia del Neuquén, en plena Patagonia Argentina. Ahí, dominado por la Cordillera del Viento, se localiza el volcán Tromen con sus 4112 metros sobre el nivel del mar.
Ubicado a tan solo 38 kilómetros de la ciudad de Chos Malal, se accede por las Ruta Nacional 40, desde Mendoza; y las provinciales 2 y 37. Tromen deriva del vocablo indígena “tomen”, que significa totora o campanario. El volcán, también llamado “Pun Mahuida” o cerro negro; se sitúa en un área natural protegida.
“El paisaje del Tromen es imponente, es distinto al ascenso del volcán Lanín, ya que es un lugar seco y árido en donde reinan arbustos bajos propios del Norte Neuquino. También son muy llamativas las montañas de los alrededores del cordón principal de la Cordillera del Viento, entre ellas el Wayle”, dice Eduardo John Macaya, prestador habilitado de la actividad de ascenso que tiene adeptos en todo el mundo.
Eduardo tiene 41 años y desde los 16 es andinista. Su primer ascenso al volcán Tromen fue hace 10 años. Siente mucho respeto por esta cumbre, no solo por su altura y terreno, sino también por los mitos y leyendas que se asocian a este coloso. Si bien John asegura que no es una cumbre difícil, su terreno exige cuidado y concentración, ya que tiene sectores en donde la superficie del mismo requiere tener ciertas precauciones.
“Normalmente el Tromen permite llegar a su cumbre, pero no deja las cosas tan sencillas, ya que su ascenso implica transitar por una pendiente bastante pronunciada, con mucha piedra, considerando además que a partir de los 3500 m.s.n.m. comienza a sentirse en la respiración, la disminución de la presión atmosférica.”
Hay un sector arriba de los 3800 donde se encuentran unas formaciones de picos o penitentes sobre un gran manchón de nieve, algunas superan el metro de altura: “estas formas se deben a la acción del sol y del viento. Caminar entre ellas genera una sensación fantástica. La nieve produce un contraste muy bello sobre las rocas del volcán.”
Y la cumbre se hace presente luego de varias horas de ascenso… “En su cumbre el paisaje es impresionante, ver el Wayle imponente al costado, con sus 3000 m.s.n.m. y poder apreciar casi en toda su extensión la Cordillera del Viento ¡es como estar cerca del cielo! El frío y el viento se sienten intensos, pero la alegría y entusiasmo de llegar a la cumbre es incomparable. Esa sensación hace que el regreso no se sienta tanto, a pesar de que las piernas están ya agotadas.”
John tiene en su haber varios ascensos y guarda en su memoria cientos de anécdotas y recuerdos pero uno particularmente viene a su mente: uno de los tres puesteros, José Correa, por quien John tiene un especial aprecio, vive a la vera de la laguna y siempre los espera luego del descenso con un exquisito chivito.
El Norte Neuquino comprende un espectacular espacio montañoso ubicado en el extremo norte de la Provincia del Neuquén, en plena Patagonia Argentina. Ahí, dominado por la Cordillera del Viento, se localiza el volcán Tromen con sus 4112 metros sobre el nivel del mar.
Ubicado a tan solo 38 kilómetros de la ciudad de Chos Malal, se accede por las Ruta Nacional 40, desde Mendoza; y las provinciales 2 y 37. Tromen deriva del vocablo indígena “tomen”, que significa totora o campanario. El volcán, también llamado “Pun Mahuida” o cerro negro; se sitúa en un área natural protegida.
“El paisaje del Tromen es imponente, es distinto al ascenso del volcán Lanín, ya que es un lugar seco y árido en donde reinan arbustos bajos propios del Norte Neuquino. También son muy llamativas las montañas de los alrededores del cordón principal de la Cordillera del Viento, entre ellas el Wayle”, dice Eduardo John Macaya, prestador habilitado de la actividad de ascenso que tiene adeptos en todo el mundo.
Eduardo tiene 41 años y desde los 16 es andinista. Su primer ascenso al volcán Tromen fue hace 10 años. Siente mucho respeto por esta cumbre, no solo por su altura y terreno, sino también por los mitos y leyendas que se asocian a este coloso. Si bien John asegura que no es una cumbre difícil, su terreno exige cuidado y concentración, ya que tiene sectores en donde la superficie del mismo requiere tener ciertas precauciones.
Paso a paso
Antes de comenzar el ascenso, en la base del volcán se aprecia la inmensa Laguna Tromen que alberga más de 200 especies de aves, muchas de ellas migratorias. “El humedal lo hace particularmente distinto a otros lugares, ya que se puede realizar observación de aves como una actividad contemplativa y de relajación, previo o posterior al ascenso”, agrega Macaya.“Normalmente el Tromen permite llegar a su cumbre, pero no deja las cosas tan sencillas, ya que su ascenso implica transitar por una pendiente bastante pronunciada, con mucha piedra, considerando además que a partir de los 3500 m.s.n.m. comienza a sentirse en la respiración, la disminución de la presión atmosférica.”
Hay un sector arriba de los 3800 donde se encuentran unas formaciones de picos o penitentes sobre un gran manchón de nieve, algunas superan el metro de altura: “estas formas se deben a la acción del sol y del viento. Caminar entre ellas genera una sensación fantástica. La nieve produce un contraste muy bello sobre las rocas del volcán.”
Y la cumbre se hace presente luego de varias horas de ascenso… “En su cumbre el paisaje es impresionante, ver el Wayle imponente al costado, con sus 3000 m.s.n.m. y poder apreciar casi en toda su extensión la Cordillera del Viento ¡es como estar cerca del cielo! El frío y el viento se sienten intensos, pero la alegría y entusiasmo de llegar a la cumbre es incomparable. Esa sensación hace que el regreso no se sienta tanto, a pesar de que las piernas están ya agotadas.”
John tiene en su haber varios ascensos y guarda en su memoria cientos de anécdotas y recuerdos pero uno particularmente viene a su mente: uno de los tres puesteros, José Correa, por quien John tiene un especial aprecio, vive a la vera de la laguna y siempre los espera luego del descenso con un exquisito chivito.
Datos de interés
- El Corredor Neuquén Norte es un espacio montañoso, ocupado en gran parte por la cordillera de transición de los Andes y la Cordillera del Viento.
- La subsecretaría de Turismo de la provincia ha denominado a la zona “Patagonia de Valles y Volcanes” debido a las características de sus atractivos.
- El montañismo es una actividad atrapante, llena de emoción y aventura. Momentos tensos, de descanso, de penas o glorias que quedan grabados a fuego en la memoria de cada compañero de ruta.
- Para poder disfrutar de la manera más segura esta experiencia es importante que hacerlo con guías de montaña habilitados.
- En el norte neuquino s disfruta de suculentas comidas típicas como humitas, quesos, panes caseros y piñones.