Del 13 al 27 de agosto, la Ciudad se viste de tacones y sombreros arrabaleros. En diferentes salas y espacios públicos se lleva a cabo el Festival y Mundial de Baile, una convocatoria ineludible para expertos y aficionados del 2x4.
Una verdadera celebración del género en sus diferentes vertientes: conciertos, fiestas y milongas con música en vivo, conferencias, exhibiciones temáticas, espectáculos, presentaciones de libros, cine, clínicas, ronda de negocios, clases y seminarios de baile, muestras permanentes y la gran competencia mundial de baile en las categorías “Tango Salón” y “Tango Escenario”.
Sin lugar a dudas el Festival de Tango Buenos Aires consolida objetivos: La valoración y recuperación de obras y estilos históricos, la renovación del repertorio, la inclusión y el cruce de lenguajes diversos y es al mismo tiempo la gran vidriera de la actividad anual tanguera y un enérgico y provocador generador de propuestas artísticas y culturales que enriquecen año a año el patrimonio cultural y la agenda de la Ciudad.
Además de ver a los artistas en escena, se podrá disfrutar de platos regionales destacados como un asado de carne vacuna, así como de la mejor gastronomía internacional. Siempre acompañados por las mejores copas de vino. Los mismos hoteles ofrecen paseos y visitas guiadas donde ser parte de esta cultura.
Y si de barrios especialmente tangueros se trata, Boedo es uno de ellos. Allí se encuentra la famosa esquina de “San Juan y Boedo”, inmortalizada por Homero Manzi en Sur. Y entre los lugares a visitar sobre la avenida que lleva este nombre está el Teatro, el café Margot donde degustar picadas con una sidra o cerveza tirada, el restaurante Esquina Osvaldo Pugliese, la Escuela de Baile, y el café Florida, donde se daban cita algunos de los más importantes compositores. También la "Esquina Homero Manzi", una típica tanguería porteña y el bar Esquina Sur.
El barrio del Abasto es el que lleva al visitante tras los pasos de Gardel, un recorrido que incluye su antigua casa y el pasaje que lleva su nombre, donde se erigió un monumento. También el tradicional bar "El Progreso", la tanguería donde funcionaba el Chanta Cuatro, uno de los favoritos del Zorzal; el "Paseo del Fileteado" (Juan Jaurés al 700); y, el Pasaje Zelaya, donde se exhiben en las paredes partituras, letras y retratos de él. Finalmente, las casas de Osvaldo Pugliese (Av. Corrientes 3742) y Aníbal Troilo (Cabrera 2937).
Una verdadera celebración del género en sus diferentes vertientes: conciertos, fiestas y milongas con música en vivo, conferencias, exhibiciones temáticas, espectáculos, presentaciones de libros, cine, clínicas, ronda de negocios, clases y seminarios de baile, muestras permanentes y la gran competencia mundial de baile en las categorías “Tango Salón” y “Tango Escenario”.
Sin lugar a dudas el Festival de Tango Buenos Aires consolida objetivos: La valoración y recuperación de obras y estilos históricos, la renovación del repertorio, la inclusión y el cruce de lenguajes diversos y es al mismo tiempo la gran vidriera de la actividad anual tanguera y un enérgico y provocador generador de propuestas artísticas y culturales que enriquecen año a año el patrimonio cultural y la agenda de la Ciudad.
Disfrutar del Tango
El tango funciona como un imán para el turismo. Es uno de los espectáculos más pedidos y por ello la Ciudad ofrece en cada barrio una propuesta distinta. Milongas, exhibiciones en las calles y tentadoras cenas con show incluido, por entre 100 y 300 dólares.Además de ver a los artistas en escena, se podrá disfrutar de platos regionales destacados como un asado de carne vacuna, así como de la mejor gastronomía internacional. Siempre acompañados por las mejores copas de vino. Los mismos hoteles ofrecen paseos y visitas guiadas donde ser parte de esta cultura.
Rincones tangueros
Entre los recorridos emblemáticos y casi obligados se encuentran la calle Caminito, en La Boca; la tumba de Gardel, en el Cementerio de la Chacarita; la milonga de Plaza Dorrego, los domingos desde las 18, junto al Mercado de Antigüedades en San Telmo; el Museo Mundial del Tango y Academia Nacional, así como el Monumento, en Puerto Madero; y, la Vereda del Tango, donde se pueden practicar los ocho pasos básicos sobre el contorno de los pies dibujados en el piso, en Avenida Callao 1078.Y si de barrios especialmente tangueros se trata, Boedo es uno de ellos. Allí se encuentra la famosa esquina de “San Juan y Boedo”, inmortalizada por Homero Manzi en Sur. Y entre los lugares a visitar sobre la avenida que lleva este nombre está el Teatro, el café Margot donde degustar picadas con una sidra o cerveza tirada, el restaurante Esquina Osvaldo Pugliese, la Escuela de Baile, y el café Florida, donde se daban cita algunos de los más importantes compositores. También la "Esquina Homero Manzi", una típica tanguería porteña y el bar Esquina Sur.
El barrio del Abasto es el que lleva al visitante tras los pasos de Gardel, un recorrido que incluye su antigua casa y el pasaje que lleva su nombre, donde se erigió un monumento. También el tradicional bar "El Progreso", la tanguería donde funcionaba el Chanta Cuatro, uno de los favoritos del Zorzal; el "Paseo del Fileteado" (Juan Jaurés al 700); y, el Pasaje Zelaya, donde se exhiben en las paredes partituras, letras y retratos de él. Finalmente, las casas de Osvaldo Pugliese (Av. Corrientes 3742) y Aníbal Troilo (Cabrera 2937).