La provincia de Tucumán es la mas pequeña de Argentina, en cuanto a tamaño se refiere, pero muy rica en tradiciones, cultural y atractivos naturales que nos invita a disfrutar del turismo en sus varias versiones. Una provincia verde en todo su territorio, ofrece un espacio único de diversión y relax: las yungas. Ahí los turistas podrán ponerse en contacto con la naturaleza y practicar diversas actividades ligadas al turismo de aventura; como trekking por altos cerros, mountain bike, aladeltismo, cabalgatas, rappel, tirolesa y diversos deportes náuticos.
Las Yungas es una zona alta, sobre el margen noroeste provincial, donde las temperaturas son más frescas y amigables, y el verde de la tupida vegetación se apropia de los extensos paisajes. Se identifica como “Circuito Chico” y ofrece lugares paradisíacos donde predominan bosque de molles, lapachos, tipas, laureles y jacarandaes.
A escasos minutos de San Miguel de Tucumán, la capital de la provincia, es posible alejarse de todos los ruidos citadinos y dejarse llevar por una ruta de valiosa biodiversidad. Circundando lomadas y quebradas, veremos aparecer al pie de las montañas hospitalarios poblados que rescatan antiguas costumbres y tradiciones.
Las distancias entre los poblados no superan los 20 kilómetros, y todos ellos son ideales para los safaris fotográficos y avistajes de flora y fauna, y para todos aquellos turistas amantes del ecoturismo o turismo ecológico Los árboles llegan a medir hasta 30 metros, y con ellos se elaboran productos en madera, pero existen también leyes ambientales que contemplan la preservación de las especies autóctonas.
El cerro San Javier es una de los principales destinos tucumanos. Bien vale recorrer algunos de sus senderos como El Funicular, La Puerta del Cielo, Anta Yacu, Cascada Río Noque o Cumbres del Taficillo. También hay áreas preparadas para mountain bike, enduro y otras prácticas relacionadas con el montañismo.
Meca de los parapentistas, la ciudad de San Javier se ubica a 1.270 m.s.n.m. Entre sus obras más importantes se encuentra la estatua del Cristo Redentor, obra del artista local Juan Carlos Iramain, que con sus 28 metros de altura constituye otro de los sellos distintivos de la provincia. El lugar permite una vista panorámica inigualable de la llanura tucumana.
En la zona de Loma Bola se erige el centro de vuelo más importante del país, con una rampa de despegue que aparece entre las preferidas de toda América.
Otro de los grandes que invita al desafío es el imponente Dique El Cadillal, en cuyas aguas mansas se practica canoying, kayak, windsurf, kitesurf y pesca deportiva (tarariras, bagres, mojarras, pejerrey). Se trata de un embalse rodeado por el cerro Medici, que terminó de construirse en 1965 y cuya máxima profundidad alcanza los 67 metros. Ofrece área de acampe y excelente gastronomía.
Son recomendables los paseos en catamarán. En los alrededores, la Reserva Natural Aguas Chiquitas atrae por su cascada natural, y por ser uno de los últimos ambientes del Bosque de Transición de Tucumán (un ecosistema prácticamente desaparecido), donde podremos apreciar en el arroyo un yacimiento paleontológico del que se extrajeron fósiles de mamíferos y cocodrilos.
Como portal de ingreso al circuito de Las Yungas, la pintoresca ciudad de Yerba Buena alberga en su interior un conjunto de áreas protegidas como el Parque Sierra San Javier, la Reserva Experimental Horco Molle, el Parque Percy Hill y el Parque Aconquija. También tiene numerosos clubes deportivos y campos de golf donde se desarrollan importantes eventos.
Enclavada en la naciente del cerro San Javier, la pintoresca “ciudad verde” destaca por su variedad de propuestas en bares, restaurantes y discos, lo que la convierte en el sitio elegido por los lugareños durante las noches.
Un poco más adelante es posible llegar hasta San Pablo, sede de un antiguo ingenio azucarero, que permanece inmóvil hace años como fiel retrato de una de las actividades más representativas de la provincia a nivel mundial.
Con una geografía privilegiada, Villa Nogués es el sitio elegido por las familias más tradicionales de la región. Tapizada por especies de la flora subtropical, sorprende al visitante con cuidados jardines de hortensias, violetas y gladiolos en los chalets de moderna arquitectura. Además, ofrece un atractivo campo de golf a 1300 metros de altura, entre los más elevados del país y una centenaria capilla.
En la ciudad de Raco, cuna del célebre Atahualpa Yupanqui, es donde los viajeros podrán descubrir costumbres y antiguas raíces, en un cálido intercambio con los lugareños. Cada calle recuerda una canción de este mítico cantante tucumano al que se le dedicó incluso un Monumento. Y en la casa conocida como La Calladita es donde se erige la Fundación Cultu Raco que se dedica a preservar el arte local.
La actividad recomendada es una cabalgata hacia la cumbre de Raco, lo que te permite la vivencia de lo autóctono desde adentro. Fuente Turnoticias.com.ar
Las Yungas es una zona alta, sobre el margen noroeste provincial, donde las temperaturas son más frescas y amigables, y el verde de la tupida vegetación se apropia de los extensos paisajes. Se identifica como “Circuito Chico” y ofrece lugares paradisíacos donde predominan bosque de molles, lapachos, tipas, laureles y jacarandaes.
A escasos minutos de San Miguel de Tucumán, la capital de la provincia, es posible alejarse de todos los ruidos citadinos y dejarse llevar por una ruta de valiosa biodiversidad. Circundando lomadas y quebradas, veremos aparecer al pie de las montañas hospitalarios poblados que rescatan antiguas costumbres y tradiciones.
Las distancias entre los poblados no superan los 20 kilómetros, y todos ellos son ideales para los safaris fotográficos y avistajes de flora y fauna, y para todos aquellos turistas amantes del ecoturismo o turismo ecológico Los árboles llegan a medir hasta 30 metros, y con ellos se elaboran productos en madera, pero existen también leyes ambientales que contemplan la preservación de las especies autóctonas.
Deportes y aventura
El cerro San Javier es una de los principales destinos tucumanos. Bien vale recorrer algunos de sus senderos como El Funicular, La Puerta del Cielo, Anta Yacu, Cascada Río Noque o Cumbres del Taficillo. También hay áreas preparadas para mountain bike, enduro y otras prácticas relacionadas con el montañismo.
Meca de los parapentistas, la ciudad de San Javier se ubica a 1.270 m.s.n.m. Entre sus obras más importantes se encuentra la estatua del Cristo Redentor, obra del artista local Juan Carlos Iramain, que con sus 28 metros de altura constituye otro de los sellos distintivos de la provincia. El lugar permite una vista panorámica inigualable de la llanura tucumana.
En la zona de Loma Bola se erige el centro de vuelo más importante del país, con una rampa de despegue que aparece entre las preferidas de toda América.
Otro de los grandes que invita al desafío es el imponente Dique El Cadillal, en cuyas aguas mansas se practica canoying, kayak, windsurf, kitesurf y pesca deportiva (tarariras, bagres, mojarras, pejerrey). Se trata de un embalse rodeado por el cerro Medici, que terminó de construirse en 1965 y cuya máxima profundidad alcanza los 67 metros. Ofrece área de acampe y excelente gastronomía.
Son recomendables los paseos en catamarán. En los alrededores, la Reserva Natural Aguas Chiquitas atrae por su cascada natural, y por ser uno de los últimos ambientes del Bosque de Transición de Tucumán (un ecosistema prácticamente desaparecido), donde podremos apreciar en el arroyo un yacimiento paleontológico del que se extrajeron fósiles de mamíferos y cocodrilos.
Pueblos verdes
Como portal de ingreso al circuito de Las Yungas, la pintoresca ciudad de Yerba Buena alberga en su interior un conjunto de áreas protegidas como el Parque Sierra San Javier, la Reserva Experimental Horco Molle, el Parque Percy Hill y el Parque Aconquija. También tiene numerosos clubes deportivos y campos de golf donde se desarrollan importantes eventos.
Enclavada en la naciente del cerro San Javier, la pintoresca “ciudad verde” destaca por su variedad de propuestas en bares, restaurantes y discos, lo que la convierte en el sitio elegido por los lugareños durante las noches.
Un poco más adelante es posible llegar hasta San Pablo, sede de un antiguo ingenio azucarero, que permanece inmóvil hace años como fiel retrato de una de las actividades más representativas de la provincia a nivel mundial.
Con una geografía privilegiada, Villa Nogués es el sitio elegido por las familias más tradicionales de la región. Tapizada por especies de la flora subtropical, sorprende al visitante con cuidados jardines de hortensias, violetas y gladiolos en los chalets de moderna arquitectura. Además, ofrece un atractivo campo de golf a 1300 metros de altura, entre los más elevados del país y una centenaria capilla.
Apartado cultural
En la ciudad de Raco, cuna del célebre Atahualpa Yupanqui, es donde los viajeros podrán descubrir costumbres y antiguas raíces, en un cálido intercambio con los lugareños. Cada calle recuerda una canción de este mítico cantante tucumano al que se le dedicó incluso un Monumento. Y en la casa conocida como La Calladita es donde se erige la Fundación Cultu Raco que se dedica a preservar el arte local.
La actividad recomendada es una cabalgata hacia la cumbre de Raco, lo que te permite la vivencia de lo autóctono desde adentro. Fuente Turnoticias.com.ar