Un lugar recomendable para quienes quieran escapar del ritmo frenético de las ciudades. Este pueblo considerado como una slow city, esta ubicado en el partido de Villa Gesell, Buenos Aires. Rodeado por bosques de pinos, acacias, eucaliptos y cipreses, con médanos, playas de arena fina, donde se puede estar en contacto con la naturaleza.
Mar de las Pampas sigue el movimiento slow, esto es vivir sin prisa, en contacto con la naturaleza y respetándola. Disfrutando de la vida diaria, la paz, armonía, productos regionales coma la buena comida.
Quienes visiten este lugar pueden realizar diversas actividades, como andar a caballo, paseos en sulkys, en bicicletas, caminatas y sandboard. En el agua se pueden realizar deportes náuticos como windsurf, esquí acuático, wakeboard o natación.
Mar de las Pampas nació por el deseo de tres hombres, que decidieron fundar un lugar turístico que se diferenciara del resto de la costa atlántica argentina. Donde trabajaron mas de 40 años sobre la naturaleza del lugar, realizando campañas de forestación y fijación de médanos, y sobre la planificación del desarrollo de una ciudad turística respetuosa del medio ambiente. Con construcciones que realzan en medio del bosque, con campings, hosterías, restaurantes, casas de té, etc.
El concepto de slow city o ciudad lenta
Este forma de vida surgió en Italia en 1986, de la mano de Carlo Petrini, un periodista especializado en gastronomía, quien cansado de la comida chatarra o "fastfood" ideó el concepto de "slow food" , donde propuso tomarse el tiempo de disfrutar del placer de la comida. Luego, un tiempo mas tarde, este concepto fue transladándose a una forma de vida mas relajada, siendo la primer slow city, su ciudad natal Bra, situada en la provincia de Cuneo, en la region italiana del Piemonte.
El movimiento Slow aconseja algunos modos de calmar el ajetreo cotidiano:
Conseguir un hobby tranquilo, como la lectura, escritura, hacer punto, la pintura o la jardineria.
No pretender hacer todo de una vez: procurar hacer una lavada al día, en lugar de lavar toda la ropa una vez a la semana, por ejemplo.
Mirar poco el reloj; los fines de semana, procurar levantarse de la cama respetando los ritmos naturales del sueño, en lugar de ponerse la alarma, y no llevar el reloj encima.
Hacer la compra en un mercado de productos frescos (de agricultores)
Preparar una comida para poder sentarse con tranquilidad, y saborearla sin tener encendido el televisor, o leyendo. Disfrutar de la conversación si se come con otras personas, o de la paz que puede dar el comer solo.
En vacaciones, procurar bajar el ritmo; no intentar llegar a todo lo que nos gustaría ver. Visitar ciudades Slow con restaurantes de comida local donde se pueda comer con tranquilidad.
Limitar la lista de cosas pendientes; tomarse el tiempo necesario para las personas y actividades con las que se disfruta.
No pretender hacer todo de una vez: procurar hacer una lavada al día, en lugar de lavar toda la ropa una vez a la semana, por ejemplo.
Mirar poco el reloj; los fines de semana, procurar levantarse de la cama respetando los ritmos naturales del sueño, en lugar de ponerse la alarma, y no llevar el reloj encima.
Hacer la compra en un mercado de productos frescos (de agricultores)
Preparar una comida para poder sentarse con tranquilidad, y saborearla sin tener encendido el televisor, o leyendo. Disfrutar de la conversación si se come con otras personas, o de la paz que puede dar el comer solo.
En vacaciones, procurar bajar el ritmo; no intentar llegar a todo lo que nos gustaría ver. Visitar ciudades Slow con restaurantes de comida local donde se pueda comer con tranquilidad.
Limitar la lista de cosas pendientes; tomarse el tiempo necesario para las personas y actividades con las que se disfruta.
Sitio de interés: Villa Gesell