Hablar de Tucumán es hablar de la cuna de Argentina. La historia del país como nación tuvo en este suelo su escenario más significativo. Además de haberse declarado en ella la Independencia nacional, fue hogar de grandes personalidades que han brillado como artistas, científicos y estadistas.
Cualquier forma de describirlo puede parecer exagerada, pero la realidad es que sus extraordinarios y contrastantes paisajes, de una belleza natural intacta y una rica historia cultural se combinan en perfecta armonía con una profunda herencia aborigen, el legado colonial español y jesuítico, y un presente cosmopolita de una intensa vida social, cultural, comercial, artística y académica, conjugando un pasado glorioso con un futuro innovador que se renueva día a día.
Por todo esto, los Valles Calchaquíes es uno de sus destinos turísticos más visitados de la provincia de Tucumán. Paisajes, historia, cultura, tradición y el auténtico sabor de la cocina tucumana son algunos de los atractivos de este circuito magnifico que presenta el Jardín de la República, con un clima termómetro en constante movimiento.
El recorrido por el circuito de Valles Calchaquíes comprende: las Ruinas de San José de Lules, Famaillá, Acheral Muestra Atahualpa Yupanqui, Reserva Natural Los Sosa, Dique La Angostura, Tafí del Valle, El Infiernillo, Amaicha del Valle, Ruinas de Quilmes, Colalao del Valle y El Pichao.
- La Reserva Arqueológica “Los Menhires”: estos tótems que en algunos casos alcanzan los 3 metros de altura, continúan despertando varias hipótesis acerca de su finalidad: se conjetura que tenían un carácter mágico, que oficiaban de guardianes y favorecían los cultivos y la cría de ganados o que, probablemente, por el hecho de estar ubicados cerca de sepulturas, en la entrada de los corrales o en medio de campos sembrados, su uso sería ceremonial, esencialmente propiciatorio de fertilidad, fecundidad o fraternidad religiosa. Antes estaban dispersos por el valle, hoy se pueden ver juntos en la reserva.
- Observatorio Astronómico El Potrerillo. En este espacio se desarrollan programas educativos que incluyen días plenos de actividades, en los que la educación y el entretenimiento son los protagonistas, integrando disciplinas como ciencias sociales, naturales, tecnológicas y nuestro pasado Precolombino.
- Museo Nuñorco Huasi. Se trata de una vivienda indígena construida según los patrones arquitectónicos de la cultura Tafí. El museo cuenta con piezas de cerámica y piedra recuperadas por la comunidad local.
Recorrido imperdible
Los poblados de Tucumán brindan al turista los productos y servicios adecuados para una estadía inolvidable. Es el caso de Tafí del Valle, una villa veraniega que conforma el principal punto del circuito de Valles Calchaquíes, cuenta con una importante infraestructura de alojamiento, gastronomía y actividades, además de un entorno natural de inigualable belleza. Ahí se ubica el Pinar de los ciervos, imperdible para hacer un alto y captar parte de la esencia del valle de Tafí.
Rumbo a Amaicha del Valle, a los 3042 msnm se llega al abra histórica por donde pasó el primer español hacia el llano: Abra del Infiernillo. Es el punto panorámico más alto del valle, aquí queda en evidencia el claro contraste entre el verde de Tafí y la aridez que da entrada a Amaicha del Valle. El viento y el alpapuyo son la constante de este espacio, parada obligada para una sesión fotográfica.
En las laderas de las cumbres calchaquíes (ruta 307, Km. 107.5) se encuentra el Observatorio Astronómico de Ampimpa, en él se realizan investigaciones científicas y campamentos educativos. Es un sitio de alta diafanidad y cielos resplandecientes que posibilitan realizar observaciones astronómicas y otras actividades relacionadas al medio ambiente.
Es la tierra de la Pachamama a quien se rinde homenaje todos los años. Toda visita a Amaicha comienza o termina en el Museo de la Pachamama, una espectacular obra que rinde homenaje a la madre tierra a través del sorprendente trabajo de cientos de artesanos. El museo revaloriza la historia de la región en un conjunto de salas dedicadas a la geología, la antropología y el arte textil, entre otras.
Una cita imperdible en la Fiesta Nacional de la Pachamama, celebración de tres días que coincide con los festejos del Carnaval y revela un apego incondicional de esta comunidad a sus raíces. Durante los festejos se elige a la Pachamama (la mujer más anciana de la zona).
Estar al aire libre es una excelente oportunidad para descubrir rincones privilegiados, donde las culturas ancestrales dejaron un sello distintivo, su gente. En los alrededores de Amaicha del Valle se puede visitar: El Remate, Las Salinas, Tiu Punco, Los Zazos, Pucará de los Cardones, La Aguadita y la Laguna de los Amaicheños.
En Amaicha del Valle podemos disfrutar de caminatas contemplando sus paisajes, cabalgatas, travesías en vehículos 4x4, hacer excursiones a los sitios arqueológicos.
El pueblo originario denominado Quilmes, ocupó durante casi ocho siglos el territorio de la antigua ciudad Inca en la zona de los Valles Calchaquíes. Se pueden recorrer los pasillos que se abren paso entre los restos de las antiguas viviendas construidas en terrazas, e imaginar parte de la historia de este pueblo calchaquí, brioso de ánimo y cuya bravura se desparramó y se apoyó en las dificultades de las distancias y de la tierra “agria y doblada” que habitaban y en la cual se movían con la soltura del instinto.
Debido a que los españoles no lograron someterlos, fueron obligados a recorrer miles kilómetros para ser trasladados a la costa del Río de la Plata, en donde no pudieron emplear su tecnología agrícola con irrigación y azada, ni reconstruir sus hábitos artesanales y pastoriles. Y allí debieron vivir sin dioses y sin sus divinidades mágicas que habían quedado en la vieja tierra del valle. Aquí la historia es transmitida en forma vivencial por la comunidad, quien tiene a resguardo la Ciudad Sagrada y ofrece el servicio de guiado para la auténtica interpretación de la historia de este pueblo.
Las nueces, especias, árboles frutales y vinos caseros tienen su fama bien ganada. Sus calles de tierra y la singular tranquilidad, lo presentan como ideal para quienes disfrutan de lo natural y buscan tomar contacto con la idiosincrasia y costumbres de los pobladores.
Cualquier forma de describirlo puede parecer exagerada, pero la realidad es que sus extraordinarios y contrastantes paisajes, de una belleza natural intacta y una rica historia cultural se combinan en perfecta armonía con una profunda herencia aborigen, el legado colonial español y jesuítico, y un presente cosmopolita de una intensa vida social, cultural, comercial, artística y académica, conjugando un pasado glorioso con un futuro innovador que se renueva día a día.
Por todo esto, los Valles Calchaquíes es uno de sus destinos turísticos más visitados de la provincia de Tucumán. Paisajes, historia, cultura, tradición y el auténtico sabor de la cocina tucumana son algunos de los atractivos de este circuito magnifico que presenta el Jardín de la República, con un clima termómetro en constante movimiento.
El recorrido por el circuito de Valles Calchaquíes comprende: las Ruinas de San José de Lules, Famaillá, Acheral Muestra Atahualpa Yupanqui, Reserva Natural Los Sosa, Dique La Angostura, Tafí del Valle, El Infiernillo, Amaicha del Valle, Ruinas de Quilmes, Colalao del Valle y El Pichao.
Riqueza cultural
Una gran variedad de espacios se distribuyen a lo largo y ancho de los valles, para el deleite de los visitantes. Algunos son:- La Reserva Arqueológica “Los Menhires”: estos tótems que en algunos casos alcanzan los 3 metros de altura, continúan despertando varias hipótesis acerca de su finalidad: se conjetura que tenían un carácter mágico, que oficiaban de guardianes y favorecían los cultivos y la cría de ganados o que, probablemente, por el hecho de estar ubicados cerca de sepulturas, en la entrada de los corrales o en medio de campos sembrados, su uso sería ceremonial, esencialmente propiciatorio de fertilidad, fecundidad o fraternidad religiosa. Antes estaban dispersos por el valle, hoy se pueden ver juntos en la reserva.
- Observatorio Astronómico El Potrerillo. En este espacio se desarrollan programas educativos que incluyen días plenos de actividades, en los que la educación y el entretenimiento son los protagonistas, integrando disciplinas como ciencias sociales, naturales, tecnológicas y nuestro pasado Precolombino.
- Museo Nuñorco Huasi. Se trata de una vivienda indígena construida según los patrones arquitectónicos de la cultura Tafí. El museo cuenta con piezas de cerámica y piedra recuperadas por la comunidad local.
Recorrido imperdible
Los poblados de Tucumán brindan al turista los productos y servicios adecuados para una estadía inolvidable. Es el caso de Tafí del Valle, una villa veraniega que conforma el principal punto del circuito de Valles Calchaquíes, cuenta con una importante infraestructura de alojamiento, gastronomía y actividades, además de un entorno natural de inigualable belleza. Ahí se ubica el Pinar de los ciervos, imperdible para hacer un alto y captar parte de la esencia del valle de Tafí.
Rumbo a Amaicha del Valle, a los 3042 msnm se llega al abra histórica por donde pasó el primer español hacia el llano: Abra del Infiernillo. Es el punto panorámico más alto del valle, aquí queda en evidencia el claro contraste entre el verde de Tafí y la aridez que da entrada a Amaicha del Valle. El viento y el alpapuyo son la constante de este espacio, parada obligada para una sesión fotográfica.
En las laderas de las cumbres calchaquíes (ruta 307, Km. 107.5) se encuentra el Observatorio Astronómico de Ampimpa, en él se realizan investigaciones científicas y campamentos educativos. Es un sitio de alta diafanidad y cielos resplandecientes que posibilitan realizar observaciones astronómicas y otras actividades relacionadas al medio ambiente.
Amaicha del Valle
Es la tierra de la Pachamama a quien se rinde homenaje todos los años. Toda visita a Amaicha comienza o termina en el Museo de la Pachamama, una espectacular obra que rinde homenaje a la madre tierra a través del sorprendente trabajo de cientos de artesanos. El museo revaloriza la historia de la región en un conjunto de salas dedicadas a la geología, la antropología y el arte textil, entre otras.
Una cita imperdible en la Fiesta Nacional de la Pachamama, celebración de tres días que coincide con los festejos del Carnaval y revela un apego incondicional de esta comunidad a sus raíces. Durante los festejos se elige a la Pachamama (la mujer más anciana de la zona).
Estar al aire libre es una excelente oportunidad para descubrir rincones privilegiados, donde las culturas ancestrales dejaron un sello distintivo, su gente. En los alrededores de Amaicha del Valle se puede visitar: El Remate, Las Salinas, Tiu Punco, Los Zazos, Pucará de los Cardones, La Aguadita y la Laguna de los Amaicheños.
En Amaicha del Valle podemos disfrutar de caminatas contemplando sus paisajes, cabalgatas, travesías en vehículos 4x4, hacer excursiones a los sitios arqueológicos.
Ciudad Sagrada de los Quilmes
El pueblo originario denominado Quilmes, ocupó durante casi ocho siglos el territorio de la antigua ciudad Inca en la zona de los Valles Calchaquíes. Se pueden recorrer los pasillos que se abren paso entre los restos de las antiguas viviendas construidas en terrazas, e imaginar parte de la historia de este pueblo calchaquí, brioso de ánimo y cuya bravura se desparramó y se apoyó en las dificultades de las distancias y de la tierra “agria y doblada” que habitaban y en la cual se movían con la soltura del instinto.
Debido a que los españoles no lograron someterlos, fueron obligados a recorrer miles kilómetros para ser trasladados a la costa del Río de la Plata, en donde no pudieron emplear su tecnología agrícola con irrigación y azada, ni reconstruir sus hábitos artesanales y pastoriles. Y allí debieron vivir sin dioses y sin sus divinidades mágicas que habían quedado en la vieja tierra del valle. Aquí la historia es transmitida en forma vivencial por la comunidad, quien tiene a resguardo la Ciudad Sagrada y ofrece el servicio de guiado para la auténtica interpretación de la historia de este pueblo.
Colalao del Valle
Las nueces, especias, árboles frutales y vinos caseros tienen su fama bien ganada. Sus calles de tierra y la singular tranquilidad, lo presentan como ideal para quienes disfrutan de lo natural y buscan tomar contacto con la idiosincrasia y costumbres de los pobladores.