Ir al contenido principal

Argentina. Excelente lugar para estudiar gastronomía

Narda Lepes, el Gato Dumas, Francis Mallmann y Martiniano Molina son cuatro de los chefs argentinos más reconocidos en el mundo y, gracias a ellos, miles de jóvenes se acercan cada año al país a conocer las propuestas de estudio para la alta cocina internacional.


Argentina se constituye entonces como uno de los destinos más elegidos para capacitaciones en gastronomía debido a los bajos costos, variedad de carreras complementarias, excelencia en el nivel educativo y rápida salida laboral. En las últimas dos décadas, aumentó la apertura de numerosas escuelas e institutos especializados para todos los gustos y necesidades.

Los bajos costos en comparación con otros países del mundo, los atractivos culturales, naturales e históricos de ciudades como Buenos Aires, Rosario o Córdoba, y la buena reputación que posee el país en la enseñanza académica, convirtieron al territorio argentino en un imán para los estudiantes de América Latina que buscan perfeccionarse en el arte de la cocina.

La mayoría de estos alumnos interesados en aprender el arte de combinar los alimentos y todo lo que este rubro acarrea, desde el armado de menús, la cata de bebidas, así como el control de calidad e higiene, provienen de Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú. Y en menor medida, pero también con alta participación los estudiantes de Brasil, México y Bolivia.

Perfeccionamiento

La pasión por el consumo de una gastronomía de primer nivel -más sofisticada y renovada- sumado al aumento de alumnos e instituciones dedicadas a la enseñanza de cocina, ya no es una simple moda, sino una expresión de los grandes cambios culturales que el país experimenta. Si bien la profesión se asocia en estos días a programas de televisión, libros y viajes exóticos como los que organiza el reconocido Francis Mallmann -alejado de toda estructura típica de una cocina-, lo cierto es que ser chef incluye también poseer conocimientos sobre la conservación de alimentos, las condiciones de compra de los productos, y hasta el conocimiento de las maquinarias actuales.

Al tratarse de un arte, indefectiblemente, la cocina obliga también a la persona que elige esta actividad a tener un pizca de talento, para sobresalir entre miles de restaurantes; perseverancia, para probar cada plato hasta encontrar la combinación justa; creatividad, en los mínimos detalles; ambición, que permitirá liderar un proyecto propio; y, capacidad de aprendizaje permanente, para renovarse a cada instante.

Muchas de las academias que hay en la Argentina se dedican a la enseñanza de un estilo particular de gastronomía, algunas incluyen cursos de organización de eventos, otras de presentación de los espacios físicos para los platos elaborados, y otras se dedican exclusivamente a un tipo de cocina en especial, como puede ser la pastelería, repostería o panadería, entre otras.

El dato más importante es que el título es reconocido en los ámbitos internacionales, y que la mayoría de las escuelas tienen articulación laboral a través de convenios de pasantías, en hoteles o restaurantes. Esta modalidad -que suele ser paga- permite a los alumnos adquirir experiencia de campo e, incluso, puede ser el nexo directo con sus futuros empleos.

Los precursores

El Gato Dumas, Francis Mallmann y Alicia Berger fueron algunos de los primeros cocineros argentinos que hace más de 20 años comenzaron con esta tendencia de los restaurantes y productos gourmet. Así, las escuelas de cocina que antes eran pocas y visitadas solamente por amas de casa, se convirtieron en gran atractivo para lugareños y extranjeros, sin distinción de edad o sexo.

La enseñanza de cocina hoy permite el ingreso de los que buscan un hobbie a través de los cursos cortos, así como aquellos que quieren desarrollar una carrera para convertirse en chefs profesionales. Hay licenciaturas de tres a cinco años, títulos intermedios que se alcanzan en 24 meses y otros cursos específicos para especialidades.

Berger  fue la pionera de la enseñanza gastronómica tras la apertura en 1984 de la primera escuela de cocina a la que actualmente se conoce como Boutique. En los años siguientes se sumaron otros institutos que llegaron a ser líderes como Maussi Sebess, ESCAB, ISHyR y Torrealta.

El Instituto Internacional de Artes Culinarias Mausi Sebess, fue inaugurado en 1994 y entre sus egresados más destacados, se encuentran Emiliano Sabino, quien fuera chef ejecutivo del Hotel Hilton, Buenos Aires; Steven Jung, chef ejecutivo del Hotel Madero Sofitel; y Ariel Lettieri, chef patissier ejecutivo en Lenôtre, Marbella. Algunos de sus títulos son Artes Culinarias, Panadero Profesional y Chocolatero Profesional.

Una de las academias más populares es, quizás, la del Gato Dumas creada por este referente de la gastronomía argentina junto a Guillermo Calabrese, en 1998. Un espacio educativo que ya tiene sedes en Buenos Aires, Pilar, Rosario y Neuquén, así como en Colombia y Uruguay.

Algunos de los cursos de la escuela de Dumas se especializan en productos específicos como pizzas, sushi o mariscos. Y entre los títulos se destacan Marketing Gastronómico, Técnico en Calidad e Higiene de los Alimentos y Organización de Eventos.

Otras Propuestas

- El Instituto Superior Mariano Moreno (ISMM), cuenta con un plantel de reconocidos chefs como Donato De Santis, Iwao Komiyama y Christophe Krywonis. Con sedes en México, Panamá, Colombia, Ecuador y Costa Rica, en el país dicta las carreras de Pastelería Profesional; Cocinero y Pastelero profesional; y, Postgrado en Alta Cocina; así como cursos cortos intensivos.

- La Escuela de Arte Gastronómico (EAG), ofrece cuatro sedes en Capital y Gran Buenos Aires, donde se dictan las carreras de Chef Profesional, Pastelero Profesional, Organización de Eventos y cursos especiales.

- En la ciudad de Córdoba Capital, una de las propuestas reconocidas es la Escuela Integral de Gastronomía Celia, que ofrece títulos como Profesional Bartender, Profesional Sommelier y Especialista en Cocina Dietética.

- A cinco minutos de Buenos Aires está el Instituto Educativo Argentino (IEA), en la ciudad de Avellaneda, en el que se ofrece la carrera de Chef Profesional.

- Y en la ciudad bonaerense de Quilmes, a mitad de camino entre Buenos Aires y La Plata (capital provincial), está el Instituto Gastronómico del Sur (IGS) con los títulos de Cocinero I, II y III. Fuente Turnoticias

Entradas populares de este blog

Ponchos argentinos

Los ponchos están relacionados con las prendas del gaucho de antaño, y que hoy seguimos manteniendo como prenda tradicional en los pueblos rurales, como abrigo de campo y también por quienes amamos las costumbres campestres. También se puede observar el uso de esta prenda criolla en conjuntos de la música folclórica, en cantantes y sus integrantes músicos. El poncho es un abrigo de diseño sencillo, consistente en un trozo rectangular de tela pesada y gruesa, en cuyo centro se ha practicado un agujero para introducir la cabeza. La tela se deja caer sobre el cuerpo, disponiendo los extremos de manera que permite mover con facilidad los brazos. En Argentina se utilizan también los ponchos de diseño de guarda atada, imprescindibles en lo que se refiere a diseño y cultura tradicional. Estos se realizan con guardas pampa o mapuche e inca, estos últimos recreados en la ciudad de Belén, en la provincia de Catamarca. Cada provincia tiene un modelo particular de poncho, por ejemplo, al pon

El Castillo Naveira en Luján

Como es sabido, Lujan es un ferviente destino del turismo religioso en Buenos Aires, con su imponente Catedral, constituye uno de los principales puntos de peregrinación en el país. Pues allí mismo, en la localidad de Luján, se encuentra un bonito monumento histórico, que visto desde afuera, te va hacer recordar al Castillo de Blancanieves en Disney World. Se trata del Castillo Naveira, que data de mediados del siglo XIX.  Quizás para muchos que pasaron por allí, este castillo sea uno de los lugares más misteriosos, ya sea por su excentricidad arquitectónica o por estar prohibida la entrada al público. Breve resumen sobre su historia  Según su historia, su construcción se remonta a 1841, cuando Enrique Beschtedt compra el terreno y contrata a uno de los ocho arquitectos que trabajaron en la Basílica de Luján, el belga Ernesto Moreau para que lleve adelante la obra. Mientras tanto, el hombre y su única hija, Irene, se instalaron en una casona preexistente en la propiedad

Ruta de los Artesanos en el Norte Argentino

Las provincias del norte aún mantienen sus costumbres ancestrales que podremos apreciar en su música, baile, celebraciones como así también en su gastronomía y artesanías. Con el desarrollo del turismo en la región, la artesanía ya forma parte de sus ingresos económicos y como tal se ha trazado la denominado ruta de los artesanos que conecta al visitante con la cultura y producción local. Así, tejidos en lana de alpaca, tapices multicolores, ponchos, alfombras, instrumentos musicales y tallas en piedra y madera son algunas de las artesanías elaboradas con técnicas ancestrales, que se encuentran a lo largo de la ruta.