Ir al contenido principal

Aluminé en Neuquén Argentina




La población de Aluminé cuyo nombre en mapuche significa "olla brillante" esta ubicada a 322km de la ciudad de Neuquén, es una zona de alta montaña que se encuentra cerca del Parque Nacional Lanín. Muy cerca habitan grupos indígenas de la comunidades Aigo y Currumil, que conservan costumbres seculares.
Esta población cada 20 de octubre festeja su fundación que fue realizada en 1915, y en los días de Semana Santa festejan un evento también muy importante; la Fiesta Provincial del Pehuen, que coincide con la cosecha del piñón. El piñón es un fruto de este árbol y es rico en hidratos de carbono; el mismo es utilizado por los aborígenes desde hace muchos años en su alimentación invernal. Para todos aquellos que hagan turismo en Argentina, en este lugar hay actividades; como por ej: jineteadas, numeros artísticos, exposición de artesanías, etc.


En el rio Aluminé se realizan varias competencias deportivas, algunas de ellas: Campeonato Argentino de Kayac, Copa Challenger Rio Aluminé, etc.
Hay distintas excursiones que se realizan desde aquí, entre estas: al Lago Rucachoroi, Valle del Pulmarí donde se pueden ver pinturas rupestres, Lago Ñorquinco rodeado por bosques de araucarias gigantes de unos 500 años. Lago Pilhué recomendado para pesca deportiva. Lagos Aluminé y Moquehue rodeados por bosques de araucarias, colihues, ñires.
A orillas del lago Aluminé se encuentra Villa Pehuenia, en este lugar hay cabañas de veraneo, hoteles, conferías, etc. Desde aqui se realizan varios paseos entre ellos se practica trekking al volcán Batea Mahuida.

Entradas populares de este blog

Ponchos argentinos

Los ponchos están relacionados con las prendas del gaucho de antaño, y que hoy seguimos manteniendo como prenda tradicional en los pueblos rurales, como abrigo de campo y también por quienes amamos las costumbres campestres. También se puede observar el uso de esta prenda criolla en conjuntos de la música folclórica, en cantantes y sus integrantes músicos. El poncho es un abrigo de diseño sencillo, consistente en un trozo rectangular de tela pesada y gruesa, en cuyo centro se ha practicado un agujero para introducir la cabeza. La tela se deja caer sobre el cuerpo, disponiendo los extremos de manera que permite mover con facilidad los brazos. En Argentina se utilizan también los ponchos de diseño de guarda atada, imprescindibles en lo que se refiere a diseño y cultura tradicional. Estos se realizan con guardas pampa o mapuche e inca, estos últimos recreados en la ciudad de Belén, en la provincia de Catamarca. Cada provincia tiene un modelo particular de poncho, por ejemplo, al pon

Ruta de los Artesanos en el Norte Argentino

Las provincias del norte aún mantienen sus costumbres ancestrales que podremos apreciar en su música, baile, celebraciones como así también en su gastronomía y artesanías. Con el desarrollo del turismo en la región, la artesanía ya forma parte de sus ingresos económicos y como tal se ha trazado la denominado ruta de los artesanos que conecta al visitante con la cultura y producción local. Así, tejidos en lana de alpaca, tapices multicolores, ponchos, alfombras, instrumentos musicales y tallas en piedra y madera son algunas de las artesanías elaboradas con técnicas ancestrales, que se encuentran a lo largo de la ruta.

El Castillo Naveira en Luján

Como es sabido, Lujan es un ferviente destino del turismo religioso en Buenos Aires, con su imponente Catedral, constituye uno de los principales puntos de peregrinación en el país. Pues allí mismo, en la localidad de Luján, se encuentra un bonito monumento histórico, que visto desde afuera, te va hacer recordar al Castillo de Blancanieves en Disney World. Se trata del Castillo Naveira, que data de mediados del siglo XIX.  Quizás para muchos que pasaron por allí, este castillo sea uno de los lugares más misteriosos, ya sea por su excentricidad arquitectónica o por estar prohibida la entrada al público. Breve resumen sobre su historia  Según su historia, su construcción se remonta a 1841, cuando Enrique Beschtedt compra el terreno y contrata a uno de los ocho arquitectos que trabajaron en la Basílica de Luján, el belga Ernesto Moreau para que lleve adelante la obra. Mientras tanto, el hombre y su única hija, Irene, se instalaron en una casona preexistente en la propiedad