Todo comenzó en 1.884, cuando Marcelo Torcuato de Alvear presentó al Congreso el proyecto de crear en el centro de la ciudad, un sector que representara la vidriera, la cara de Buenos Aires, creando para ello una avenida de 30 metros de ancho, desde la Plaza de la Victoria actualmente Plaza de Mayo hasta la calle Entre Ríos.
La Avenida de Mayo de aquella época era realmente mucho mas bonita de la que vemos actualmente, con veredas mas anchas que las actuales, con plátanos que ofrecían su sombra, edificios refinados y cafés a la manera parisina, con las mesas ubicadas al borde de la vereda con sus visitantes mirando hacia los edificios y quedando así un espacio entre el bar y las mesas por donde transitaban los peatones.
Conocida como la gran fachada de Buenos Aires, la Avenida debía unir los dos poderes de la República; el Ejecutivo y el Legislativo. Poco mas de diez años fueron necesarios para que Avenida de Mayo luciera majestuosa sus lujosos edificios de estilo art nouveau, neoclásico y ecléctico. Fue así como un 8 de julio de 1.894 tras una procesión de 500 antorchas quedaba inaugurada la Avenida, donde no faltaron personajes de la cultura, de la política, diarios como La Prensa, El Argentino, La Época y otros.
Años después, en 1.904 comenzó a transitar por la avenida el servicio de colectivo, y el 10 de septiembre de 1.913 era inaugurada la Línea A de Subterráneos de Plaza de Mayo hasta el barrio de Once.
Alguna vez se dijo que la Avenida de Mayo fue planificada por argentinos que copiaban a los franceses, construida por italianos y habitada por españoles. Así fue como Avenida de Mayo se transformó en una réplica rioplatense de la Gran Vía Madrileña con bares, restaurantes, hoteles y un teatro enteramente dedicado a la zarzuela.
En ésta Avenida coqueta y que supo ser refinada, transitaron personajes famosos como Federico García Lorca, Carlos Gardel, personas del arte, la cultura y la política mundial entre otros. Lamentablemente por cambios edilicios que se vienen desarrollando desde hace años en la ciudad, sólo se conservan intactas cuatro o cinco manzanas de lo que supo ser su época de esplendor. fotos flickr